Ciudad de México, 8 de febrero de 2017

• • Ante la ineficiencia de mecanismos de control, crecen las irregularidades en la autorización de manifestaciones de construcción.
  • Lo desfasado del Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, que data del 2003, limita el crecimiento ordenado de la CDMX.
  • En los últimos cinco años, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), ha recibido el 50% de las denuncias de sus quince años de historia.

   A lo largo de su historia, los habitantes de la CDMX han sufrido debido a la falta de previsión, así como por el desconocimiento de las normas de construcción y urbanismo.

  La falta de movilidad, de servicios y de calidad de vida son las consecuencias actuales del crecimiento poblacional explosivo y de la subsecuente demanda de vivienda.

  Como resultado de la serie de irregularidades en las autorizaciones de manifestaciones de construcción, una ciudad con cerca de 9 millones de habitantes, más los veinte mil millones de la zona metropolitana, carece cada vez más de servicios como agua, electricidad, áreas verdes, transporte público y servicios de recolección de basura, entre otros.

  Todo ello porque aunque existen leyes y reglamentos de construcción, medianamente actualizados, se carece de mecanismos de control que obliguen a cumplir la ley, y sancionen a quienes incumplan las regulaciones en lo referente a las normas de construcción.

  Por su parte, las organizaciones vecinales afirman que en los últimos años se han presentado siete mil denuncias, la mayoría de ellas referente a violaciones al cambio de uso de suelo, y en ninguna de ellas se ha registrado algún tipo de sanción.

  Además de mecanismos de control, se requiere de una actualización al

  Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, con visión a futuro, en donde se establezca qué ciudad queremos a diez, quince y veinte años. Un plan que garantice un crecimiento ordenado y de forma sustentable para la Ciudad de México.

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