La accesibilidad como elemento indispensable para el ejercicio efectivo de los derechos de las personas con discapacidad

El derecho a acceder al ambiente físico se encuentra relacionado con el derecho a la libertad en todas sus expresiones. En el caso de las personas con discapacidad, adquiere una importancia y significado mayor que en las personas sin discapacidad, debido a que es un prerrequisito para poder ejercer otros derechos.

Mariana Díaz Figueroa | Enero 2017

La diversidad de los individuos en una sociedad crea requerimientos distintos para cada uno de ellos. Las leyes y políticas públicas deben responder a la pluralidad de habitantes. En el caso de las personas con discapacidad la problemática se agrava, ya que la falta de accesibilidad genera de manera indirecta la negación de diversos derechos como la educación, la salud y el trabajo.

Es fundamental tener en cuenta que la discapacidad no radica en las limitaciones del individuo, sino en que la sociedad no prevé los servicios adecuados ni las necesidades de las personas con discapacidad para que puedan integrarse de forma efectiva a la sociedad. Así, las deficiencias del diseño urbanístico y arquitectónico, restringen el ejercicio de diversos derechos.

Obligaciones de la Secretaría de Desarrollo Social Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), como la de establecer los programas y mecanismos para que en el desarrollo urbano se asegure el pleno ejercicio de los derechos de todas las personas, se incumplen cuando no se cuenta con una planeación que garantice la movilidad y la accesibilidad universal.

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CPCD) ha establecido el diseño universal y los ajustes razonables como herramientas conjuntas que garantizan la creación y adecuación de entornos accesibles, con el fin de hacerlos utilizables por todas las personas sin distinción.

Formato accesible para personas con discapacidad visual 
 
 

 

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