El Gobierno de la Ciudad de México cede permisos y concesiones para el transporte público de pasajeros con pólizas de seguros expedidas por instituciones que no están reguladas ni reconocidas por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) y la Comisión Nacional de la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF). 

Se trata de “Mutualidades” que tienen la habilidad de evitar responder a la obligación de reparar los daños ocasionados a terceros en caso de algún percance vial. 

En la CDMX el transporte público concesionado traslada, cada día, cerca de 12 millones de pasajeros, lo que representa el 65% de la demanda total del servicio de transporte en la capital. 

Sin embargo este tipo de transporte genera hasta el 25% de los accidentes viales, pues tan sólo en el caso de los microbuses, el 40% de ellos tienen un percance vial al menos una vez al año. 

Esto resulta preocupante ya que el gobierno de la CDMX otorga permisos de transporte público a quienes presentan pólizas de seguro emitidas por instituciones informales, mejor conocidas como “Mutualidades”, que no están registradas ni reguladas y no cuentan con el respaldo financiero para hacer frente en caso de algún accidente. 

El artículo 46 del Nuevo Reglamento de Transporte de la CDMX establece como uno de los requisitos para la obtención y permanencia de un permiso para la prestación de transporte público de pasajeros colectivo, la prestación de una póliza vigente. Por lo anterior, la misma autoridad se convierte en cómplice del problema al no cotejar ni rechazar la petición de un permiso a quien entrega un documento sin validez oficial.

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